Lo auténtico
Según avanzan los días aumenta el trabajo en las notarías especiales. El boca a boca funciona y son numerosos los afectados que se dirigen a nuestras oficinas para interesarse por los servicios que podemos ofrecerles. Tal y como hemos explicado en este blog, estas tres notarías especiales que se han creado por el Ministerio de Justicia sólo pueden ocuparse de temas relacionados con las consecuencias de la erupción volcánica de La Palma. Fundamentalmente tienen como objetivo acreditar la preexistencia de los inmuebles que han sido afectados por la lava. Para otras gestiones redirigimos a las notarías ordinarias de la isla, que siguen funcionando con normalidad.
En ese frenesí de visitas alguna destaca sobre las otras por su contenido. Hoy ha sido Blas quien me ha impactado por la coherencia de su discurso. Blas tenía una finca destinada al cultivo de plátanos con una casa en su interior.
Llegó el volcán y cubrió por entero sus propiedades. Esta circunstancia ha sido la puntilla, de una serie de hechos, para Blas. Sin embargo, según avanzaba su relato resurgía su orgullo y su coraje, su auténtica herencia, y prometía luchar para que la isla volviera a ser lo que era, para que volviera a su autenticidad. Ahora ve una nueva oportunidad de volver a lo que nunca tenía que haber cambiado. Su única sonrisa se ha producido cuando le he dicho que como consecuencia de la recalificación le tendrán que pagar más si le expropian. Pero en el fondo le preocupaba poco, le daba igual cuánto, lo que le importaba era cómo. Y ese es el sentir de la inmensa mayoría de las personas que nos visitan. Este es uno de los retos que tienen los políticos ante esta catástrofe. La reordenación del territorio de forma que los usos sean compatibles y que este valle conserve la esencia que le ha hecho ser el motor de la isla y, sobre todo, modelo de paisanaje.
De momento Blas va a volver a la casita que le han dejado unos amigos para un par de meses y no descarta pasar las navidades en una tienda de campaña. Pero eso no le inquieta. Le inquieta más el futuro de su isla que el suyo propio. Vamos a ayudarle.
Por José Alberto Marín, decano del Colegio Notarial de Cataluña.