Por qué estamos en La Palma
Llega el fin de semana, procede hacer balance de lo acontecido y no puede calificarse de otra forma que de muy positivo en todos los aspectos.
En un tiempo récord se han instalado tres oficinas notariales en tres municipios dotadas de los elementos tecnológicos más idóneos para realizar la labor que se nos ha encomendado. El sistema que se ha adoptado tiene su curiosidad jurídica e informática puesto que se trata de notarías que van a ser atendidas sucesivamente por diferentes notarios en régimen de habilitación especial. Además, van a tener carácter de temporal. Pero no por ello se les va a dotar de menor seguridad que a las notarías ordinarias. Para ello se ha establecido un único servidor contra el que trabajan los distintos ordenadores estando el mismo integrado en la red RENO (VPN dotada de la máxima seguridad). Esta integración en un único servidor permite interactuar y funcionar como si fuera una única notaría a los efectos de poder aprovechar sinergias, pero siempre, lógicamente, con el cumplimiento de la normativa notarial de secreto de protocolo y la general de protección de datos.
Por otro lado, se ha conseguido formar también en tiempo record a las personas que van a realizar la tarea de oficial (como nos gusta llamar a nuestros colaboradores), formación no sólo jurídica (centrada en el tipo de documento que vamos a autorizar) sino también informática que les permita utilizar el programa de preparación de escrituras. No me canso de repetir y elogiar el acierto en la elección de las personas. Su entusiasmo por la tarea es inconmensurable, en gran parte motivado por el conocimiento que tienen de la realidad actual de esta zona de la isla y de las necesidades de sus habitantes. Hoy hemos tenido la ocasión de conocernos mejor todos los implicados en el inicio de este proyecto en una comida agradabilísima en la que hemos podido entablar una relación más directa y, sobre todo, más sosegada. Ha sido en un restaurante de El Paso, al pie del volcán, restaurante sencillo pero acogedor y, como la mayoría de los de esta zona de la isla, agradecidos por la presencia de voluntarios que vienen a intentar mejorar la situación de los afectados.
También es significativo la relación conseguida con las autoridades locales de estos municipios y con los encargados de las oficinas técnicas de los ayuntamientos y con sus respectivas policías locales. Sin su colaboración sería imposible realizar este trabajo.
Nuestro objetivo es dotar a los isleños que carezcan de ella la documentación acreditativa de sus propiedades a los únicos efectos de percibir ayudas o indemnizaciones. Es una tarea de auténtica investigación que exige la práctica de pruebas, el examen de documentación, la publicación de edictos… Pero, sobre todo, requiere hablar con los que solicitan nuestra intervención y los testigos que nos proponen. Y ahí es donde tenemos que desplegar todo nuestro potencial de comprensión y empatía. Es fundamental que se sientan apoyados y que en ningún caso se vayan con la sensación de que se les hayan cerrado una puerta. Siempre hay que mantener la esperanza de que, por complicado que sea, se va a conseguir acreditar que tenían lo que han perdido.
Y mientras tanto el volcán sigue emitiendo gases, cenizas y lava, los terremotos continúan, aunque en menor medida, y los habitantes de este lado de la isla siguen temerosos de que el desastre pueda ser mayor. Llega el fin de semana y ya se nota la afluencia de turistas. Esperemos que dentro de poco deje de ser una atracción por cesar en su actividad. Mientras tanto este fin de semana vamos a trabajar preparando los documentos que corresponden a las visitas que hemos recibido. La mayoría ha podido aportar elementos suficientes para ello. En cada caso va a ser un motivo de satisfacción. Pero eso será la próxima semana.
Estos polos son el distintivo de los notarios en La Palma, de las notarías especiales. Con ellos los ciudadanos nos reconocen y nos pueden abordar en plena calle para preguntarnos. Ha sido un acierto. Aquí la corbata no sirve, es necesario arremangarse. Hoy en CINCO DÍAS se hace referencia a esta prenda en un magnífico artículo de Patricia Esteban.
Por José Alberto Marín, decano del Colegio Notarial de Cataluña.